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"No queremos enajenar las funciones de la Cámara de Diputados a las pasiones del gobernador de turno"

La iniciativa de reducir la actividad parlamentaria imponiendo a las sesiones de la Cámara de Diputados de la provincia de La Pampa una frecuencia quincenal,  la cual surge cómo propuesta de los diputados oficialistas, es decir, del seno del partido del gobierno; achica la democracia y subordina el poder legislativo a las ocurrencias del ejecutivo, transformándose en una democracia delegativa, sin efectiva división de poderes y para ejercicio de la elite gobernante.

Desde hace años los resultados electorales vienen dando mayoría absoluta al partido de gobierno, que no seria nada si es la voluntad del pueblo, y si los diputados oficialistas no ataran su desempeño a las pasiones del gobernador de turno, dado que una hegemonía legislativa y un ejecutivo que no tienen ningún control eficaz en las decisiones políticas configuran una democracia mínima, comprimiendo así, la capacidad de los ciudadanos mediante la supresión de las demandas y achicando la posibilidad de participar y debatir.

Desde hace tiempo los diputados del FREPAM ponemos al alcance proyectos, iniciativas, que a veces crean nuevas oportunidades, esperanzas de cambio y responden a necesidades especificas de pampeanos y pampeanas; casi nunca se convierten en realizaciones o concreciones positivas. Ese es el resultado de la no política, de la no legislatura, de la no democracia participativa y plural.

En esta provincia nunca hizo tanto por tan pocos, la mayoría de los pampeanos tiene demandas que se expresan en innumerables proyectos presentados, y se encuentran a la orden del día para su tratamiento, pero la lógica del poder por el poder mismo tiene un efecto de obediencia y encasillamiento del bloque justicialista a las ocurrencias del gobernador, proponiendo así, en el ejercicio parlamentario de los últimos periodos, un funcionamiento de cosmética, enajenando de esta manera las funciones políticas de la Cámara de Diputados a las pasiones del gobernador de turno.

Por supuesto que esta endebles institucional no nace de un repollo, nace de resultados electorales que configuran hegemonías, y estos resultados electorales nacen de un sistema electoral viciado y tramposo que se adecua al servicio de esa mayoría absoluta.

El justicialismo ha hecho sinónimos el concepto de “democracia”, con el “principio de mayoría”, así, con el 40 o menos por ciento de los votos decide el 100 por ciento de los asuntos a su criterio. Pareciera que en nuestra democracia provincial los derechos de la totalidad no se protegen sobre el derecho de la mayoría.

En virtud de una mecánica de trabajo y compromiso asumido con quienes nos dieron su voto de confianza, de la necesidad real y concreta de atender las demandas de los ciudadanos y ciudadanas de la provincia, para poder avanzar en el desarrollo de proyectos, ideas, de estudiar y analizar inquietudes, creemos que el camino no es achicar la frecuencias de las sesiones, por eso, nos oponemos a esta iniciativa, y sostenemos que mantener la frecuencia semanal, valoriza nuestro rol de legisladores, nos permite preocuparnos con seriedad y dedicación por nuestra provincia, y ocuparnos de las necesidades de su gente.