Ley de
Presupuesto y Ley Impositiva 2014
Ingresado
el Proyecto de Ley de presupuesto y el Proyecto de Ley Impositiva para el año
2014, y de su análisis parcial de los recursos queríamos graficar la
profundización del carácter regresivo, por lo tanto creador de desigualdad, que
tiene el sistema de impuestos con los que el
gobierno recauda dinero de los ciudadanos para cumplir sus fines
institucionales.
El
horizonte que debería tener la recaudación fiscal provincial es contribuir a la
satisfacción de las necesidades públicas, esto significa no agrandar las
necesidades de los que ya tienen problemas de subsistencia poniéndolos a
contribuir al sostén del gasto público y por otro lado, evitar que los que
tienen capacidad contributiva se liberen de soportar una mayor carga fiscal.
Quienes deben pagar más
y quienes menos
En
una sociedad que quiere progresar, no solo debe tener crecimiento económico
sino también, igualdad de oportunidades para todos sus miembros. El crecimiento
económico no es mérito de algún empresario o comerciante sino de las
condiciones que genera el Estado para eso sea posible, es por ello que un
sistema impositivo que permita un desarrollo económico y social es aquel que
recauda fondos midiendo manifestaciones de riqueza de sus contribuyentes y
aplicando cargas fiscales proporcionales según su capacidad de contribución.
Hay al menos tres criterios de determinar quienes pueden aportar mayores
recursos al Estado: Quienes más tienen (Patrimonio), Quienes más Gastan
(Consumo), Quienes más Ganan (Ingresos).
En
nuestra provincia tenemos dos impuestos insignificantes en cuanto a su
recaudación que miden el Patrimonio que en conjunto explican 21% del total (Inmobiliario y Vehículos), mientras
que los dos impuestos que no tienen en cuenta ningún criterio son los que
recaudan la mayor parte de los recursos de los ciudadanos (Ingresos Brutos y Sellos) alcanzan el 79% restante de los recursos
tributarios pampeanos.
Si
vemos el Cuadro 1 vemos que la estructura tributaria en la provincia se ha
tornado excesivamente regresiva desde el 2001. Hasta ese año todos los impuesto
recaudaban la misma cantidad de recursos, pero la improvisación y la demagogia
de los gobiernos provinciales dejaron de lado los objetivos de la política
fiscal y comenzaron a recaudar de manera fácil y sin presiones, teniendo en cuenta que los ciudadanos no se
organizan como un sector de presión para evitar cargas impositivas como si lo
hacen las grandes empresas y los grandes productores.
Así
ha venido avanzando la política fiscal pampeana, por el cauce limpio y
lubricado de quienes no ejercen presiones, recayendo un peso enorme en los
humildes que son quienes más aportan a sostener los programas del gobierno que
muchas veces ni siquiera los tienen en cuenta. (Solo basta ver la Salud Publica
muy lejos de la calidad de la Salud Privada). Con solo ver que Ingresos Brutos
piensa recaudar 1.125 millones de pesos para el 2014, tributo que se carga al
precio de los bienes y servicios, generando que quienes paguen en definitiva
sean los ciudadanos en general sin discriminar en quienes tienen abultados
ingresos y quienes no tienen ingresos.
La
implementación de los impuestos provinciales debería estar guiado por dos
objetivos, uno es estrictamente fiscal y supone obtener los fondos que se
necesiten para financiar el gasto público, de manera que el gobierno pueda
cumplir con su programa, el otro objetivo es extra fiscal e implica que se
genere una distribución más igualitaria del ingreso. Lamentablemente en nuestra
provincia los impuestos acaban casi siempre aumentando la desigualdad.
Somos
los primeros en exigir que el gobierno debe proveer a la población bienes y
servicios básicos de calidad (Educación, Justicia, Salud y Desarrollo), por lo
tanto es necesario conseguir los recursos que puedan financiar dichas
necesidades públicas. Pero la herramienta para recaudar fondos (impuestos
provinciales) se ha puesto al servicio de agrandar las necesidades, lejos de
satisfacerlas.
Es
urgente que el Poder Ejecutivo convoque a una reforma tributaria integral, que
deje atrás impuestos regresivos por un sistema progresivo que permita que el porcentaje de personas
que aportan al fisco se incremente en la medida que suban sus ganancias.