A
raiz de las quejas exteriorizadas por pacientes del Hospital Lucio Molas,
denunciando la falta de artefactos de ventilación en momentos de tan altas
temperaturas, decidimos visitar aquellos Servicios que cuentan con internación,
relevando las condiciones de muchas habitaciones.
El
panorama que encontramos es sumamente preocupante y condenable.
Por
citar lo que ocurre en el Servicio de Clínica Médica, de sus 16
habitaciones tan sólo 10 están activas pues, a la actual clausura de las
habitaciones números 7, 10, 12, y 16, debemos añadir que las numeradas 2 y 5
son utilizadas por personal médico para “office” y otras finalidades.
Es
decir, en una provincia donde nunca alcanzan las camas de internación, las
autoridades del Lucio Molas se dan el lujo de que Clínica Médica tenga casi el
40 % de capacidad ociosa. Demuestra una pésima gestión de los recursos
instalados.
Ninguna
de 10 habitaciones que alojan pacientes cuenta con aires acondicionados ni con
ventiladores de techo o piso. Con lo cual sólo logran mitigar la angustia de
las altas temperaturas aquellos pacientes que trajeron sus propios artefactos
de ventilación. Uno de ellos nos confesó que optó por dejar su único ventilador
en su propia vivienda, para comodidad de su familia.
Tras
la recorrida por las habitaciones de Clínica Quirúrgica donde corroboramos la
ausencia de equipos de ventilación, dialogamos con la señora Patricia Bianco
quien, al tiempo que destacó la excelente atención del personal médico y de
enfermería, manifestó su molestia porque no funcionaba el aire acondicionado
que tiene instalado junto a su cama, mencionando además que la higiene no es la
adecuada y que los alimentos llegan fríos en el mayor de los casos.
Con
preocupación y después de sucesivas visitas y recorridas, seguimos confirmando
que la vieja promesa de construir un nuevo hospital viene postergando y
agudizando las condiciones en que se presta el servicio de salud en el
hospital Lucio Molas.
Lo
están dejando venir abajo, con techos que se caen y se llueven, con
habitaciones que se clausuran para nunca más abrirse, con camas que se parten,
con falta de ventilación en habitaciones y pasillos, con las calles internas
muy deterioradas, etc, etc...
Ni
bien finalizamos el relevamiento en horas del mediodía nos dirigimos a la
Dirección con la intención de trasladar el preocupante estado de situación a
las máximas autoridades del nosocomio. Para sorpresa nuestra, la puerta esta
cerrada "con candado".
Solcitamos la presencia URGENTE del Gobierno que dispone de todo lo necesario para lograr condiciones ambientales de intenación, y evitar un padecimiento más de quienes allí se encuentran internados.
Como Diputados Provinciales no podemos concebir que bajo el argumento de un “nuevo hospital” que demorará al menos dos o tres años para su construcción, sigan empobreciendo la salud de los Pampeanos.
Diputado
Luis Solana / Diputado
Martín Berhongaray