Señora Presidenta, el libro que declaramos de Interés
Legislativo se denomina: “Siervas Trinitarias”, Secta Católica.
Es una historia novelada que se presentó en la ciudad de
Santa Rosa en el Centro Municipal de Cultura. Cuenta las vivencias de jóvenes
que pertenecieron a la institución Servis Trinitatis, instituto secular de la
Iglesia Católica, que tiene base en Santa Rosa desde el año 1995.
La institución operaba desde la Catedral de Santa Rosa,
no tenía actividades públicas hasta que en el año 2008 estalla un conflicto
judicial y mediático por una causa caratulada como “reducción de servidumbre”,
donde entre otras cosas se denunciaba sometimiento, trabajos con menores y
estafa.
La autora del libro me envía detalle sobre qué significa
esto de reducción a servidumbre, así que voy a hacer una breve síntesis de los
sucesos que se llevaban adelante allí.
La Institución reduce a la servidumbre a decenas de
jóvenes pampeanas; fueron captadas entre los 12 y los 18 años en su mayoría en
movimientos parroquiales tradicionales de la Iglesia Católica donde operaba
esta institución.
Las jóvenes, en la mayoría de los casos se acercaron a la
institución en momentos de debilidad emocional, problemas familiares,
ausencias, depresiones y en algunas situaciones por duelo.
La institución logra en breve tiempo romper los vínculos
sociales y familiares de los jóvenes, quiebre de la voluntad mediante el voto
de obediencia, permanecían bajo las órdenes de sus superiores por las amenazas
con argumentos de fe: condenación eterna, sufrimiento, traición a la iglesia,
desgracia familiar, serían las consecuencias de no obedecer. Ante las
manifestaciones de deseo de no permanecer en la institución, éstas eran algunas
de las manipulaciones mentales a personas que las habían aislado de su vida
social o familiar.
Las jóvenes miembros de esta institución no manejaban su
sueldos. Las tarjetas de débito las tenía el director. Se les violaba la
correspondencia. No podían tener gestos de cariño con nadie, por ser “un afecto
desordenado”. No podían ni siquiera abrazar a sus padres. No podían tener amigos.
No podían decidir siquiera los libros que debían leer, ni siquiera los
espirituales que les eran ordenados. No se debía hablar -si no era necesario-
temas de vida apostólica, o trabajo, sino tener el pensamiento de Dios. No se
podía ir al médico sin permiso y no se podía tomar la medicación recetada por
el médico sin el permiso del Director. Los problemas emocionales sólo podrían
ser tratados con los directores, había una desvinculación con lo social.
Hubo miembros a las que se las hizo pasar por enfermas y
por santas milagrosas y realizaban
colectas de dinero para supuestas intervenciones durante años; no se podía ir a
eventos sociales y/o culturales, salvo que pertenecieran al apostolado; no
podían comer alimentos dulces; no podían realizar nada que sea del gusto propio
del miembro porque era considerado un apego desordenado, esto generaba una
pérdida de identidad.
El miembro no tenía objeto de su gusto, no miraba, no
escuchaba, no realizaba ninguna actividad porque era considerado una falta;
tenían prohibido el acceso a los medios de comunicación, por supuesto, y esto
también colaboraba con la pérdida del sentido de la realidad.
Las consecuencias, aún en la actualidad, de muchas
personas que fueron miembros de esta secta son: Depresión, ataques de pánico,
fobias, sentimiento de culpa, atemporalidad, pérdida de noción de la realidad,
infantilismo, intentos de suicidio -existe un suicidio-.
La causa
judicial por reducción a la servidumbre y estafa queda en el ámbito provincial
porque la última apelación no ingresó en tiempo y forma -esto sucedió en el
2009-. Por suerte en el 2010 Marcelo Colombo a cargo de la Unidad Fiscal de
Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas pidió la reapertura de
la investigación por la posible Comisión de Delito de Trata de Personas, por
parte de la secta católica.
En el extenso
escrito del Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas
se le solicita al Juzgado nº 3 de La Pampa, a cargo de Laura Armagno, la
reapertura de la causa en la que se le dictó falta de mérito a los curas,
sacerdotes Antonio Martínez Racionero y Ricardo Latorre Cañizares, así como
también del resto de los directivos de la Institución Servi Trinitatis.
La
institución luego del cierre de la causa judicial debió dejar las parroquias en
las que estaba en el país, se le dio por terminada la misión, una muestra clara
de la iglesia hacia adentro de que algo no estaba bien. Aún así los curas no
tienen parroquia asignada en todo el territorio argentino, pero operan con
nuestros jóvenes, en sus casos son todos menores de edad, en Santa Rosa –Toay y
en mayor medida en Lomas de Zamora.
Queríamos mostrarlo acá porque esta obra se destaca por
ser un producto pampeano, además ha despertado interés de artistas pampeanos,
como el artista plástico Pablo Ramos que presentó junto con el libro una serie
de cuadros inspirados en el mismo, el grupo de teatro Andar que realiza la obra
de teatro “Labyrinthus” inspirada en el libro. La obra Labyrinthus es dirigida
por Edith Gazzaniga y ya ha ganado un concurso de autores patagónicos.
Para
terminar; quiero señalar que actualmente la presentación de este libro ha
despertado el interés de la mayoría de los medios periodísticos pampeanos,
nacionales e internacionales. La autora ha priorizado presentar el libro en el
suelo pampeano, ha recibido el inmediato apoyo del Centro Municipal de Cultura,
ahora también por parte de esta Cámara fue presentado en el stand de autores
pampeanos de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia en la 41º Feria del
Libro en Buenos Aires, el pasado 11 de mayo creo.
Creemos que
hacemos un aporte importante, no sólo para poner en relieve una situación de
trata que se daba en nuestro medio, sino también para advertir y prevenir a
tantas jóvenes y a tantas familias que a veces pasamos desapercibidas y
terminamos en estas redes. Nada más y gracias, señora Presidenta.