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Por unanimidad declaración de interés al libro "siervas trinitarias"


Intervención del diputado Luis Solana en el tratamiento de declaración de interés del libro "Siervas Trinitarias"

Sr. SOLANA. Pido la palabra.
FOTO TAPA DEL LIBRO
Señora Presidenta, el libro que declaramos de Interés Legislativo se denomina: “Siervas Trinitarias”, Secta Católica.
Es una historia novelada que se presentó en la ciudad de Santa Rosa en el Centro Municipal de Cultura. Cuenta las vivencias de jóvenes que pertenecieron a la institución Servis Trinitatis, instituto secular de la Iglesia Católica, que tiene base en Santa Rosa desde el año 1995.
La institución operaba desde la Catedral de Santa Rosa, no tenía actividades públicas hasta que en el año 2008 estalla un conflicto judicial y mediático por una causa caratulada como “reducción de servidumbre”, donde entre otras cosas se denunciaba sometimiento, trabajos con menores y estafa.
La autora del libro me envía detalle sobre qué significa esto de reducción a servidumbre, así que voy a hacer una breve síntesis de los sucesos que se llevaban adelante allí.
La Institución reduce a la servidumbre a decenas de jóvenes pampeanas; fueron captadas entre los 12 y los 18 años en su mayoría en movimientos parroquiales tradicionales de la Iglesia Católica donde operaba esta institución.
Las jóvenes, en la mayoría de los casos se acercaron a la institución en momentos de debilidad emocional, problemas familiares, ausencias, depresiones y en algunas situaciones por duelo.
La institución logra en breve tiempo romper los vínculos sociales y familiares de los jóvenes, quiebre de la voluntad mediante el voto de obediencia, permanecían bajo las órdenes de sus superiores por las amenazas con argumentos de fe: condenación eterna, sufrimiento, traición a la iglesia, desgracia familiar, serían las consecuencias de no obedecer. Ante las manifestaciones de deseo de no permanecer en la institución, éstas eran algunas de las manipulaciones mentales a personas que las habían aislado de su vida social o familiar.
Las jóvenes miembros de esta institución no manejaban su sueldos. Las tarjetas de débito las tenía el director. Se les violaba la correspondencia. No podían tener gestos de cariño con nadie, por ser “un afecto desordenado”. No podían ni siquiera abrazar a sus padres. No podían tener amigos. No podían decidir siquiera los libros que debían leer, ni siquiera los espirituales que les eran ordenados. No se debía hablar -si no era necesario- temas de vida apostólica, o trabajo, sino tener el pensamiento de Dios. No se podía ir al médico sin permiso y no se podía tomar la medicación recetada por el médico sin el permiso del Director. Los problemas emocionales sólo podrían ser tratados con los directores, había una desvinculación con lo social.
Hubo miembros a las que se las hizo pasar por enfermas y por santas milagrosas y  realizaban colectas de dinero para supuestas intervenciones durante años; no se podía ir a eventos sociales y/o culturales, salvo que pertenecieran al apostolado; no podían comer alimentos dulces; no podían realizar nada que sea del gusto propio del miembro porque era considerado un apego desordenado, esto generaba una pérdida de identidad.
El miembro no tenía objeto de su gusto, no miraba, no escuchaba, no realizaba ninguna actividad porque era considerado una falta; tenían prohibido el acceso a los medios de comunicación, por supuesto, y esto también colaboraba con la pérdida del sentido de la realidad.
Las consecuencias, aún en la actualidad, de muchas personas que fueron miembros de esta secta son: Depresión, ataques de pánico, fobias, sentimiento de culpa, atemporalidad, pérdida de noción de la realidad, infantilismo, intentos de suicidio -existe un suicidio-.
         La causa judicial por reducción a la servidumbre y estafa queda en el ámbito provincial porque la última apelación no ingresó en tiempo y forma -esto sucedió en el 2009-. Por suerte en el 2010 Marcelo Colombo a cargo de la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas pidió la reapertura de la investigación por la posible Comisión de Delito de Trata de Personas, por parte de la secta católica.
 En el extenso escrito del Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas se le solicita al Juzgado nº 3 de La Pampa, a cargo de Laura Armagno, la reapertura de la causa en la que se le dictó falta de mérito a los curas, sacerdotes Antonio Martínez Racionero y Ricardo Latorre Cañizares, así como también del resto de los directivos de la Institución Servi Trinitatis.
         La institución luego del cierre de la causa judicial debió dejar las parroquias en las que estaba en el país, se le dio por terminada la misión, una muestra clara de la iglesia hacia adentro de que algo no estaba bien. Aún así los curas no tienen parroquia asignada en todo el territorio argentino, pero operan con nuestros jóvenes, en sus casos son todos menores de edad, en Santa Rosa –Toay y en mayor medida en Lomas de Zamora.
Queríamos mostrarlo acá porque esta obra se destaca por ser un producto pampeano, además ha despertado interés de artistas pampeanos, como el artista plástico Pablo Ramos que presentó junto con el libro una serie de cuadros inspirados en el mismo, el grupo de teatro Andar que realiza la obra de teatro “Labyrinthus” inspirada en el libro. La obra Labyrinthus es dirigida por Edith Gazzaniga y ya ha ganado un concurso de autores patagónicos.
         Para terminar; quiero señalar que actualmente la presentación de este libro ha despertado el interés de la mayoría de los medios periodísticos pampeanos, nacionales e internacionales. La autora ha priorizado presentar el libro en el suelo pampeano, ha recibido el inmediato apoyo del Centro Municipal de Cultura, ahora también por parte de esta Cámara fue presentado en el stand de autores pampeanos de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia en la 41º Feria del Libro en Buenos Aires, el pasado 11 de mayo creo.
 Creemos que hacemos un aporte importante, no sólo para poner en relieve una situación de trata que se daba en nuestro medio, sino también para advertir y prevenir a tantas jóvenes y a tantas familias que a veces pasamos desapercibidas y terminamos en estas redes. Nada más y gracias, señora Presidenta.